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Dolores Galcerán y Cancio (m. 1924)
Fot. La Luz, Oviedo

Encarnación Galcerán y Cancio
Fot. E. Domínguez, Madrid

Sobrinas de José Benito Cancio. Hijas de Encarnación Cancio, hermana de José Benito, y Gabriel Galcerán Alsina, Administrador de la Aduana de Ribadeo hacia 1845. La mayoría de fotos de las hermanas Galcerán están realizadas en Palma de Mallorca, por lo que es probable que su padre estuviera destinado allí entre su estancia en Ribadeo y su jubilación en Valencia en 1862.

Dolores se caso con Nicomedes Pastor-Diaz, presumiblemente sobrino de Nicomedes-Pastor Díaz Corbelle (1811-1863), destacado político y literato: embajador, diputado, senador y varias veces ministro; rector de la Universidad Complutense, académico de la Real Academia Española y de la de Ciencias Morales y Políticas; periodista, poeta y novelista, frecuentó las tertulias del Madrid romántico junto a Espronceda, Larra y Zorrilla. De profunda religiosidad, mantuvo el celibato toda su vida. Es curiosa la transformación del segundo nombre de pila de Nicomedes Pastor en parte del apellido de su sobrino.

Esquela de Dolores Galceran en ABC

Expedientes sobre Gabriel Galceran en el archivo del Ministerio de Hacienda

3 comentarios:

Lino dijo...

La familia Galcerán tuvo al parecer vinculación significativa con Vivero, aparte del entronque con los Pastor-Díaz. Una de las calles principales de Vivero se llama Avenida de Benito Galcerán.
No sé cual pueda ser en concreto la relación de este Benito con los Galcerán Cancio ni por qué le han dedicado una calle importante en Vivero.
Sólo creo haber leído, u oído a alguien, que en el siglo XVIII hubo un importante comerciante en Vivero con ese apellido. (Espero confirmarlo en breve tras consultar un libro al que no tengo acceso en estos momentos).

Juan dijo...

Gracias por la pista, Lino. Haciendo un busqueda rapida en Google ["gabriel galceran" viveiro] obtengo un escrito [LEAL
BÓVEDA, J. Mª: Hórreos, molinos y fuentes de la tierra de Viveiro. Servicio de
Publicacións da Deputación de Lugo. 1999. ] en que se comenta la historia de un molino de mareas en la ria de Vivero. De lo que se dice en la pagina 126 se saca lo siguiente:
Benito Galceran Mosquera (1811-1899) fue alcalde de Vivero y nieto de un Gabriel Galceran que construyo el molino en el siglo XVIII. Bien, este Benito Galceran compra a sus primos Francisco y Gabriel Galceran (no sabemos su segundo apellido) la parte que les corresponde en la propiedad del molino. Creo que es bastante probable que este Gabriel sea el padre de las Galceran Cancio.
En cuanto al origen de los Galceran, se trata de un apellido catalan (ver: ine)
En algun sitio lei que en el sXVIII hay una inmigracion de comerciantes catalanes a Galicia y Asturias. Inician sus negocios comerciando con productos de su tierra (vinos y aceites principalmente). Gabriel Galceran abuelo es probablemente uno de estos comerciantes. Otro ejemplo son nuestros Maimo, oriundos de Vilanova y la Geltru.
Abrazos.

Lino dijo...

Pues ésto es lo que aparece en "Economía marítima de la Galicia cantábrica en el siglo XVIII", de A. Meijide Pardo:

El principal hombre de negocios de esta época [En Vivero] ha sido, indiscutiblemente, el catalán Gabriel Galcerán; fue éste uno de los numerosísimos traficantes que inmigraron en Galicia en el transcurso de la segunda mitad del XVIII. Galcerán
se establece en Vivero a rincipios de la década del 60 con su hermano Pedro, con quien «formó compañía en diferentes tratos, comercio v negociaciones», pero en 1774 acordaron proceder al ajuste de cuentas y liquidación de la sociedad.
Los negocios de Gabriel Galcerán, tras haber superado
alguna crisis —en el 78 reconocía aquél que «mediante la calamidad de los tiempos y carestía y atraso en sus comercios adeuda varias cantidades a distintos sujetos y para el pago de dichas deudas sólo se halla con cortos bienes»—,
siguieron un granjeo de prosperidad durante las últimas
décadas del siglo. Aunque el principal nervio de su giro
comercial incumbe al lino v cáñamo extranjero, aparece también implicado en la importación de crecidas partidas de cereales de Castilla y a veces de Francia, contribuyendo así a remediar la habitual penuria de «aquel vecindario e inmediatos para la molienda de granos».
Galcerán, por otra parte, también quiso aportar su es-
fuerzo en orden a promover el desarrollo industrial en su
villa adoptiva. En 1790, en efecto, este empresario «de na-
ción catalán» expuso v requirió licencia a la Junta de Comercio y Moneda para erigir a sus expensas una fábrica de terlices, especie de tela fuerte de lino. Ha sido ésta, sin duda, la más interesante demostración dentro del escaso
industrialismo empresarial por que discurría dicho ámbito por esta época. Al año siguiente,
«conformándose el Rey con el parecer de la Junta General de Comercio v Moneda», fueron dispensadas por la Corona a esta factoría valiosas franquicias. Estas consistieron, especialmente, en la exención de derechos para los ingredientes con destino a la elabaración de tintes importados del extranjero, siempre que
los de esta clase no existieran en el país; beneficio fiscal a
efectos de la venta de aquel tejido, así dentro de España
como en su despacho al mercado exterior; también gozaría dicha fábrica del codiciado privilegio de nombrarse real, a cuyo objeto permitíase a Galcerán ((poner al principio de cada pieza un sello con el título de Real Fábrica y otro el Administrador de la aduana de aquel puerto, a fin de que
sus tejidos se distingan en todas partes...».